RETRATO DE UN FAMOSO PINTOR
Va y te deja absorto,
robó en la chabola
lunares de sangre
del último aborto.
Una tela vieja
y un trozo de asco
tiras de arpillera
un brochazo negro
y un brochazo blanco;
—artística audacia
lo mete en un marco;
a un millón quinientas
vende el artefacto
que su abstracto autor
lo bautiza «cuadro».
Con los milloncejos
de sus arpilleras
—copia de cortinas
de la gente obrera—,
pintor cotizado
serías artista,
si compras un piso
a «tu» chabolista.
Gloria Fuertes