EL CAMELLO COJITO
(AUTO DE LOS REYES MAGOS)
El camello se pinchó
Con un cardo en el camino
Y el mecánico Melchor
Le dio vino.
Baltasar fue a repostar
Más allá del quinto pino….
E intranquilo el gran Melchor
Consultaba su «Longinos».
—¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido!
—son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido—.
El camello cojeando
Más medio muerto que vivo
Va despeluchando su felpa
Entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
—Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
Al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!
Se iba cayendo la mirra
A lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres
Melchor empujaba al bicho.
Y a las tantas ya del alba
—ya cantaban pajarillos
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.
—No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.
A pie vuelven los tres reyes
Cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
Le hace cosquillas al Niño.
Gloria Fuertes
Tomado de Poeta de Guardia. Ciencia Nueva. Madrid. 1968