POETA DE GUARDIA
...¡Otra noche más! ¡Qué aburrimiento!
¡Si al menos alguien llamase llamara o llamaría!
...¡La portera! que si su nieta pare,
y recordase que soy puericultora...
O un borracho de amor con delirium tremendo...
o alguna señorita de aborto provocado
o alguna prostituta con navaja en la ingle
o algún quinqui fugado...
o cualquier conocido que por fin decidiera suicidarse...
o conferencia internacional...
(esto sería bomba —pacifista—).
O que la radio dijera finamente:
«¡La guerra del Vietnam ha terminado!»
«El porqué de estar solo ya se sabe».
O «el cáncer descubierto».
Y nadie suena, o quema, o hiela o llama
en esta noche,
en la que,
como en casi todas,
soy poeta de guardia.
Gloria Fuertes
Tomado de Poeta de Guardia. Ciencia Nueva. Madrid. 1968