LA OCA LOCA
Doña Oca toca la ocarina,
y prefiere el lago a la piscina.
Este es su marido el Oco,
—que no está cuerdo tampoco.
Doña Oca Plumapoca,
en el hueco de una roca,
la ocarina toca y toca.
—Esto no hay quien lo soporte,
—Dijo el Oco —su consorte.
—Esto no hay quien lo soporte.
¡Al agua patos! (¡Qué corte!)
—Esta Oca es la oca,
y nado porque me toca
—dijo el Oco.
(Nadando se quedó yerto
por no escuchar el concierto).
Y la Oca enloquecida
puso huevos sin medida.
—¡Veinte patos! ¡Qué patada!
Y yo sola, abandonada.
—dijo la Oca.
La familia numerosa,
era insoportable cosa.
Le piaban veinte patos
y pasaba malos ratos.
¡Tanto pico, tanta boca!
La Oca se volvió loca.
Gloria Fuertes