Amor me trae en la mar de su tormento
al placer de la ondas de mudanzas,
mil fortunas tal vez, tal vez mudanzas
traen acá y allá mi sentimiento.
Sígueme alguna vez próspero viento,
meten velas entonces esperanzas,
mas salen de través desconfianzas
y acobardan al triste pensamiento.
Siéntome alguna vez alzar al cielo,
y otras mil abajar hasta el abismo;
ya me esfuerzo, ya temo, ya me atrevo.
Ora huyo, ora espero, ora recelo,
y en tanta variedad no sé yo mismo
qué quiero, aunque sé bien que querer debo.
Gutierre de Cetina