Si contra Amor, señora, andáis armada
de aquel frío saber que Amor contiende,
si os guía la razón, si ella os defiende,
no es gran caso no estar enamorada.
De poco amor, Amor se desagrada;
no puede Amor crecer do el seso entiende;
si el juicio gobierna, Amor se ofende;
do no hay pasión, Amor no puede nada.
Pero si permitiese el hado mío,
cosa que podría ser, que Amor hallase
entrada en ese pecho de diamante,
a pagar de mi alma aquel desvío
en blando consentir se transformase,
¿qué freno hay que tener pueda un amante?
Gutierre de Cetina