EN EL FUERTE DE SAN JUAN
¡Muros que se deshacen bajo el tenaz mordisco
del tiempo, y que nos cuentan las leyendas caducas
del siglo en que pasaron bajo el frontal morisco
armados caballeros de empolvadas pelucas!
¡Muros que el choque oyeron de los forjados sables
y el reventar fragoso de bombas y morteros
cuando, en días de empresas locas y formidables,
pasmaron el coraje de los aventureros!
Hoy, sombras de un pasado que fue heróico y romántico,
se abisman en las aguas azules del Atlántico
que alzarse al sol les vieron en la anchurosa orilla.
Por tierra se rindieron aquellos torreones
donde cantó a los vientos la voz de los cañones
el triunfo de las reales banderas de Castilla.
Gregorio Castañeda Aragón