SOMBRA DE VIAJERO
Siempre parte una nave de este puerto.
Luces bajo la tarde. Y luego, estela...
Después, sueño del mar, la misma ola.
Extranjero tan pálido que has visto
hincharse cada tarde alguna vela:
ninguna arrastrará tu inútil sombra!
¡Tal vez con el crepúsculo tranquilo,
sobre la paz de los canales muertos,
la nave que suspiras vaya sola!
Gregorio Castañeda Aragón