SONETO
A UN DESENGAÑO
Muero pensando en mi dolor presente
y procuro remedio al mal instante,
pero en mi vida soy tan inconstante
que a cualquier ocasión vuelvo la frente.
Cuando me aparto y pienso estar ausente,
de mi peligro estoy menos distante,
siempre voy con mis yerros adelante,
sin que de tantos daños escarmiente.
En tus manos, oh noble desengaño,
fío las vanidades que en mi pecho
con tantas muestras de verdad desvío.
Porque si tú me libras deste daño,
podré decir en honra deste hecho
que solo debo a ti poder ser mío.
Gaspar Aguilar