GLOSA PRIMERA
COPLA I
Recordad los que durmiendo
vivís, sin tener espías
al morir:
porque se van consumiendo
poco a poco vuestros dias
del vivir:
pues por robarnos la vida
está contino la muerte
acechando.
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando.
Contemple que fue criada
para vivir en el Cielo
sempiterno,
y velando esté en celada,
no la engañe lo del suelo
que es infierno.
Esté siempre apercibida,
y con corazón muy fuerte
esté pensando,
como se pasa la vida,
como se viene la muerte
tan callando.
Con su guadaña en las manos,
con la cual viene hiriendo
a nuestra vida.
Abrid los ojos, Cristianos,
porque no os tome durmiendo
su venida.
Mil veces me paro a ver
en este mundo cuitado
engañador,
cuan presto se va el placer,
como después de acordado
da dolor.
Los deleites tanto amamos
cuantos en el mundo fuimos
engendrados,
que a las veces suspiramos
para aquellos que tuvimos
ya pasados.
Y si bien lo queréis ver,
mirad, si no habéis mirado,
en un primor,
como a nuestro parescer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Francisco de Guzmán