ISLA: DECIR FLUCTUANTE
Y tanta frase callada
que se duerme en polvareda.
Y el designio de la seda
en la atónita mirada...
Reminiscente coral
que el invasor nunca invoca.
Y el preludio de la boca
en la fragancia fatal.
Jardín de luna luctuosa.
Piedra vieja que se pierde.
Y el argumento tan verde
de la isla que me acosa
como remedio divino.
Tal vez el decir fluctuante
se alarga en el caminante
que se queda sin camino.
Francisco Matos Paoli