NO LEJOS DE LA TUMBA DE PEDRO JUSTO BERRÍO
Para cantar la tumba del verdadero amigo
no tiene notas tristes mi pálido laúd,
no tiene flores bellas el áspero camino,
ni arrullos el torrente, ni sombras el destino,
ni pálidas auroras el bello cielo azul.
Murió como las aves, pasó como las sombras,
se desplegó a lo lejos la noche del dolor;
pasó como la nave que se perdió en las olas;
y en los abismos tétricos de las eternas ondas
grabó su nombre eterno, murió como el alción.
Epifanio Mejía