ICOD
Todo canta en el Valle luminoso
que a cantar me enseñó con su armonía;
desde el hondo, volcánico reposo
hasta el vivo trajín de la bahía.
Del dorado trigal, ceremonioso,
a la vid, con su verde celosía;
y del monte, profundo y rumoroso,
a la firme, costera crestería.
Brota, pues, del pentágrama radioso,
como el chorro tranquilo y amoroso
de una pura, envolvente melodía.
Y es que en ondas de eterna poesía
todo canta en el Valle luminoso
que a cantar me enseñó con su armonía.
Emeterio Gutiérrez Albelo