LA OVACIÓN DE LA RAZA 1
Doña María Guerrero vuestro nombre
es el símbolo de la sangre latina,
en su extraña dualidad de virgen y soldado.
I
Ésta es la mano de mi pueblo y quiero
que en su vigor América se encienda.
Mi mano es juventud, mano de acero,
y el acero es el oro de la ofrenda.
Ella se hundió en la sombra de un sendero
y arrancó en crispaturas de contienda
de la negra impiedad de un ventisquero
la viva flor de luz de una leyenda.
Era una cumbre altísima: la hirieron
mil veces rayo y sol, y no pudieron
fundir el hielo firme de su frente...
y un día, una bandera de victoria
batió su flanco inédito... La Gloria
disolvió todo el hielo en un torrente...
Andrés Eloy Blanco
1 Estos poemas fueron recitados por su autor en la visita que los egregios artistas don Fernando y doña María hicieron a la Escuela de Declamación. Publicado en El Universal, Caracas, 22 de febrero de 1917, p. 1.