DONDE SE EMPIEZA A NO ENCONTRAR PALABRAS 1
No sé
qué ocurre amiga.
Pero hoy,
al buscar una palabra
para consagrártela
como todos los días, me encontré el cerebro en blanco
como si la cabeza
me hubiera encanecido por dentro.
Y al llegarte cerca,
mudo de la voz
y mudo del pensamiento,
sentí una cosa dura,
lisa, punzante
que salía del corazón.
Acaso
he logrado, amiga
descubrir el cálculo cardíaco.
Lo cierto es
que por gravitación
se me vino a la mano
y en espera de algo que no sé cuando llegue,
en inquieta parábola he lanzado el guijarro,
y ahora estoy, amiga, en el asombro
de vérmelo llegar nuevamente al costado.
Andrés Eloy Blanco
1 Original manuscrito. Biblioteca Nacional.