DONDE SE ABRE UNA PUERTA Y SE CIERRA UNA VENTANA 1
Yo la encontré una noche más fría que la noche
y silenciosa como una vela
tal vez por miedo de su propio frío
le habían cerrado las puertas a ella
fue una expedición polar
y una palabra de Ella era un deshielo.
Y si fui el explorador impávido
porque llegué a Ella
y puse una mano sobre una mano suya
que estaba blanca como un Polo
pero caliente como un Sahara
le surqué toda la mano
y descansé en ella como una caravana.
Le digo lo que le digo
y afrontándola osadamente
cerca del paso del Noroeste
de su oído, sospechoso como un desfiladero.
Y de un modo inesperado
porque ya todos saben que cerraron la fuente
la casa abrió la boca de su ventana
y abrió los labios
y dijo así: —Soy tuya.
He clavado una cruz en el tope de su mirada
consagrando el Descubrimiento
e hice ondear sobre el polo rendido
la bandera esperanto de la aurora Boreal.
Andrés Eloy Blanco
1 Original manuscrito. Biblioteca Nacional.