OTRAS AL AMOR
Luchan en mi pensamiento
y ponenme en confusión,
mi penado corazón,
amor y aborrecimiento
contrarios en opinión.
Es una brava batalla,
porque cada parte halla
mil armas en su defensa,
mas al fin según fe piensa;
amor habrá de ganalla.
Después de lo cual yo quedo
por esclavo aherrojado,
y de muy apasionado
aborreceré si puedo,
y si no, amaré forzado,
Sufriendo lo que padece,
pues en ello meparece
el miserable del buey,
que trae a cuestas por ley
el yugo que aborrece.
Entre estas dos disensiones
anda mi cabeza loca,
que huyo (porque me toca)
vuestras malas condiciones,
mas el gesto me revoca.
Aborrezco en demasía,
pero menos que debería
vuestras obras de leona,
mas amo vuestra persona
mil veces más que querría.
Y otras tantas determino
viendo vuestra crueldad,
de ponerme en libertad,
mas tórname del camino
por fuerza vuestra beldad.
Y propongo de no veros,
haciendo por no quereros
de las tripas corazón,
mas al cabo todos son
lanza de paja mis fieros.
Porque tornandoos a ver
estos mis ojos avaros,
son forzados a miraros:
y mirándoos a quereros,
y queriendo a desearos;
Luego todos mis cuidados,
y propósitos mudados
huyen de la imagen vuestra,
como cuando el Sol se muestra
que derrama los nublados.
Y quédame solamente
la figura gloriosa
de vuestra vista hermosa,
para que mas me atormente
quedando victoriosa.
Pero pues amor lo quiere,
cúmpleme mientras viviere,
siendo yo su prisionero,
sino puedo lo que quiero:
que quiera lo que pudiere.
Cristóbal de Castillejo