DEVENIR DEL MAR MENOR
Creciendo en densidades, de tal forma
que en un siglo cercano serás sólido.
Plinto gigantesco y azul con suave rosa
mojándote la piel en el crepúsculo.
Toda tu blandura maleable,
la que ahora soporta nuestros cuerpos,
cuajará entre sus sales olorosas
y una pista bruñida serás íntegro.
¿Quién irá por tu suelo, el ya tan prieto
como ahora es de líquido oleoso?
¿Qué criaturas oirás que se deslicen
embriagados de ti, por tu infinito?
Te presiento en la piedra de ti mismo,
mineral tu presencia, la que en lenta
fugitiva evapora, suavemente
su corpóreo espesor de algas y yodo.
Carmen Conde