TARDE EN EL HOSPITAL
Sobre el campo el agua mustia
cae fina, grácil, leve;
con el agua cae angustia;
llueve…
Y pues solo en amplia pieza,
yazgo en cama, yazgo enfermo,
para espantar la tristeza,
duermo.
Pero el agua ha lloriqueado
junto a mí, cansada, leve;
despierto sobresaltado;
llueve…
Entonces, muerto de angustia,
ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.
Carlos Pezoa Véliz