TU TEMOR I MI ESPERANZA
Dolora
A Magdalena
— «¿Por qué huyes de él?» —Cierta matrona un día
Le preguntaba a ella...
— «Me da miedo el mirarle», respondía
Tímida la doncella...
— «¿Por qué estás triste?» —con afán prolijo,
La dama a la doncella,
Le preguntó más tarde, i... ¡ai!... le dijo.
Entre sollozos ella:
— «Siempre me pongo así, cuando distante
Estoi del ser que adoro...»
¡I cubrieron las manos su semblante
Bañado en triste lloro!...
Hoi la mujer en ti, de mi presencia
Huye atemorizada...
¡Pero algún día llorará mi ausencia
La amante apasionada!
* * *
¡Cuando un hombre, en un ser como tú enjendra
Un púdico recelo;
Que la llama de amor más tarde prenda
Es sabia lei del cielo!
Bogotá, 25 de agosto de 1874: 380.
Candelario Obeso Hernández