A punta
de verso,
me abrí un caminito
por el bosque espeso.
A punta
de verso,
me hice una corona
de besos.
A punta
de verso,
heriré al olvido
en mitad del pecho,
grabaré mi nombre
en mármol eterno:
Fernández
Moreno.
A punta
de verso.
Baldomero Fernández Moreno, 1927