EL HÉROE
[PRELIMINARES]
II
Al lector
¡Qué singular te deseo! Emprendo formar con un libro enano un varón gigante, y con breves períodos, inmortales hechos. Sacar un varón máximo; esto es milagro en perfección y, ya que no por naturaleza rey, por sus prendas es ventaja.
Formáronle prudente Séneca; sagaz, Esopo; belicoso, Homero; Aristóteles, filósofo; Tácito, político; y cortesano, el Conde.
Yo, copiando algunos primores de tan grandes maestros, intento bosquejarle héroe y universalmente prodigio. Para esto forjé este espejo, manual de cristales ajenos y de yerros míos. Tal vez te lisonjeará y te avisará, tal vez en él verás o lo que ya eres o lo que debrías ser.
Aquí tendrás una, no política ni aun económica, sino una razón de Estado de ti mismo, una brújula de marear a la excelencia, una arte de ser ínclito con pocas reglas de discreción.
Escribo breve por tu mucho entender; corto, por mi poco pensar. Ni quiero detenerte porque pases adelante.
Baltasar Gracián