A PRÍAMO Y TISBE
Yacen aquí amantes dos,
Muertos de una necedad,
Que siempre fue enfermedad
De que sólo cura Dios.
Principio y fin dio a su amor
Agujero lisonjero,
Que, en fin, cualquier agujero
Es mortal en el honor.
Escarmientos en su mal
Te dará esta selva triste
Llora con la fuente y viste
De luto con el moral.
atribuido erróneamente a Baltasar del Alcázar en el Manuscrito Maldonado