EL ESTUDIANTE
Cierto día un estudiante
al revisar su ropilla,
se encontró en la pantorrilla,
un enorme interrogante.
Siguió el pobrete adelante,
y al ver que en puntos hervía
su calceta, maldecía
diciendo: «¡Cuán bueno fuera
si más estambre tuviera
y menos ortografía!».
atribuido erróneamente a Baltasar del Alcázar en el Manuscrito Maldonado