MIRADAS Y SONRISAS
Sobre todas las rosas encantadas,
sobre toda poesía
por sus sonrisas y por sus miradas
triunfa la virgen María.
Y cuando «Vuelvan a nosotros —decimos—,
esos tus ojos misericordiosos»,
se alegran como espigas y racimos,
nuestros hondos misterios dolorosos.
Miradas de la virgen: y se ahuyenta
la mueca viva del mal
y en las mares se esconde la tormenta
en sus grutas de coral.
Sonrisas de la virgen: y azucenas
florecen sobre las ruinas;
y ríen las tristezas y las penas
como rosas sin espinas.
Miradas de la virgen: ¿Qué es la vida?
¿Una monótoma prosa?
No, sino gracia florida
con luz de estrellas y color de rosa.
Sonrisas de la virgen: ¿Qué es la vida?
¿Una sombra, una ficción?
no, sino estrella encendida
dentro de los cielos del corazón.
Azarías H. Pallais