LA HABANA
No es Cuba, donde el mar disuelve el alma.
No es Cuba —que nunca vio Gaugin,
Que nunca vio Picasso—,
Donde negros vestidos de amarillo y de guinda
Rondan el malecón, entre dos luces,
Y los ojos vencidos
No disimulan ya los pensamientos.
No es Cuba — la que oyó a Stravisnsky
Concertar sones de marimbas y güiros
En el entierro del Papá Montero,
Ñañigo de bastón y canalla rumbero.
No es Cuba — donde el yanqui colonial
Se cura del bochorno sorbiendo "granizados"
De brisa, en las terrazas del reparto;
Donde la policía desinfecta
El aguijón de los mosquitos últimos
Que zumban todavía en español.
No es Cuba — donde el mar se transparenta
Para que no se pierdan los despojos del Maine,
Y un contratista revolucionario
Tiñe de blanco el aire de la tarde,
Abanicando, con sonrisa veterana,
Desde su mecedora, la fragancia
De los cocos y mangos aduaneros.
Alfonso Reyes
Incluido en La vega y el soto (1944) - Constancia poética (1959). I. Repaso poético [1906-1958]. 2 : 1913-1924.