UN RELOJ
Un reloj inteligente
mueve en el cielo sus brazos,
y sus dos flechas cautivas
descorren celajes blancos,
mostrando glorias posibles
alrededor de sus ángulos.
Velocidades de hélices
enturbian el centro opaco
pero claridades lentas,
en los bordes del horario,
constelaciones y números
marcan de mi tiempo el paso.
Manuel Altolaguirre