LA NUBE
Ni un músculo se mueve
en tu fuga veloz, nube tranquila;
no eres ya como el cuerpo
líquido que saltaba
en la tierra, en tu vida,
no eres ola ni río,
eres un alma o ángel
que, pese a su blancura,
ha de ser condenado
a deshacer su túnica
en lluvia, nieve o llanto.
Manuel Altolaguirre