NIÑO DEL ALBA
Edad me quitan los árboles,
me roban vida.
Otra vez soy como un niño
sin el pesar de mis días.
¡Qué luz sobre mis recuerdos,
qué blanca luz ilumina
la verde llanura en donde
mi memoria está extendida!
Hiere mi candor profundo
una luz nueva, me olvida
entre unas flores pequeñas,
sobre una arena muy fina;
niño del alba que tiene
alas de tierra y de brisa,
memoria suya por campo
y un cielo por fantasía.
Mi tiempo labrado en aire,
en agua, en fuego, en arcilla,
testimonio da de un alma
que ante Dios se exterioriza.
Manuel Altolaguirre