CIEGO DE AMOR
Todos me quieren. No puedo
fijarme en nadie. Desfilo
y se me pierden de vista
los semblantes preferidos.
Mi corazón se revuelve
y se alborotan los ríos
que me unen con las almas
ausentes de mis amigos.
Es que la vida me empuja
por el medio de un camino
y una multitud amorosa
me dice adiós. Así vivo
despidiéndome de aquellos
que me vieron sin ser vistos,
ciego de amor, navegando
sobre los ciegos cariños.
Manuel Altolaguirre