DENTRO DE TI
¡Qué jardín visiones
intangibles, mi cuarto!
¡Qué delicada y fácil
la imagen de tu alma!
¡Qué parado mi cuerpo
por no enturbiar el aire!
Porque mucho te quise,
ahora te tengo clara
entre tantos confusos
sueños que te navegan.
Igual que a mi conciencia
la traspasan mis actos,
te surcan los recuerdos
gloriosos de tu vida.
Contigo, a veces, antes
—¿te acuerdas?—admiraba
en la vida tus bellos
límites exteriores.
Ahora dentro de ti
como en un cielo estoy,
en un cielo infinito,
con los que te quisieron.
Manuel Altolaguirre