JARDÍN
Todo el jardín como un cuerpo
con fiebre. ¡Qué ajustados
miembros verdes vegetales!
El agua hundida formando
enferma de confusiones,
de sí misma aislado fango.
Jardín de abejas y olores,
sin caminos para el paso.
Entrar es quedar en él,
como cuando nos quedamos
dentro de un libro, entre dos
o más plantas, apretados.
Manuel Altolaguirre