OTRA VEZ VERANO
Porque es verano,
y en verano hay que escribir cien poemas al día
para no sentir que se pierde el tiempo
y para recordar a ese o a ese otro chico
que vive en una ciudad equivocada
y evitar que su nombre se extravíe
en el agua con cloro de la piscina
o en el hormiguero a los pies de la toalla.
Ese nombre impronunciable para una boca así como la mía,
acostumbrada a las cosas fáciles y dulces,
que se disuelven rápido,
que se derriten al tocar la lengua y luego el cielo.
Como si tuviera un sol en la campanilla irradiándolo todo.
Como un helado.
¿Ves?
Otra vez me pongo a pensar en el verano y otra vez olvido tu nombre.
¿Cómo era?
¿Cómo eras?
Alba Flores Robla