AQUÍ FABLA DEL PECADO DE LA GULA
Estrofas 291-297
La golossyna traes, goloso, laminero,
querríes quantas vees gostarlas tú primero,
enfraquesçes, pecado, eres gran venternero,
por cobrar la tu fuerça, eres lobo carniçero.
Desque te conosçí, nunca te vy ayunar,
almuerças de mañana, non pierdas la yantar,
syn mesura meriendas, mejor quieres çenar.
Sy tienes qué, ya quieres á la noche çahorar.
Con mucha vianda e vino creçe mucho la frema,
duermes con tu amiga, afógate postema,
lyévate el dyablo, en el infierno te quema;
tú dizes al garçón, que coma byen é non
tema.
Adán, el nuestro padre, por gula e tragonía,
porque comió del fruto, que comer non devía,
echóle del parayso Dios en aquesse día:
por ello en el infierno desque morió yazía.
Mató la golosyna muchos en el desierto
e de los más mejores que y eran por çierto;
el profeta lo dize, esto que te rrefierto;
por comer e tragar sienpre estás bocabierto.
Ffeciste por la gula a Lot, noble burgés,
bever tanto, que yugo con sus fijas; puez ves
a fazer tu forniçio: ca do mucho vino es,
luego es la loxuria e todo mal después.
Muerte muy rebatada trae la golossyna
al cuerpo muy goloso e al alma mesquina:
desto ay muchas fablas e estoria paladina;
dezirlo he más breve por te enbiar ayna.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320