ENSIENPLO DEL ÁGUILA É DEL CAÇADOR
Estrofas 270-275
El águila cabdal canta sobre la faya,
todas las otras aves de ally las atalaya;
non ay péndola della, que en la tierra caya:
sy vallestero la falla, préçiala más que saya.
Saetas e quadrillos, que trae amolados,
con péndolas de águila los ha enpendolados;
fue, com' avía usado, a ferir los venados;
al águila cabdal diole por los costados.
Cató contra sus pechos el águila ferida,
e vido que sus péndolas la avían escarnida;
dixo contra sí mesma una razón temida:
"de mí mesma salyó quien me tiró la vida".
El loco, el mesquino, que su alma non cata,
usando tu locura e tu mala barata,
destruye a su cuerpo e a su alma mata:
que de sy mesmo sale quien su vida desata.
Ome, ave o bestia, a que amor retiente,
desque cunple loxuria, luego se arrepiente:
entristézese en punto, luego flaqueça siente.
Acórtase la vida: quien lo dixo non miente.
¿Quién podríe dezir quántos loxuria mata?
¿Quién diríe tu forniçio e tu mala barata?
Al que tu ençendimiento e tu locura cata,
el diablo lo lieva, quando non se recata.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320