[SE ME HIELA LA VOZ EN LA GARGANTA]
Se me hiela la voz en la garganta.
Mi voz más dulce, con la que solía
hablar de amor a solas, se me enfría
aprisionando todo lo que canta.
¿O es una voz distinta ésta que tanta
tristeza dice que ensombrece al día?
En lentos remolinos de agonía
mi voz, ceniza densa, se levanta.
Fino polvo sutil de mi tristeza
conducido en pausados giros quedos
a las más nimias cosas por el viento!
Todo es ya gris, y tengo la certeza
que, de tocarlo todo, vuestros dedos
tendrán la mancha de mi desaliento.
Ángel González