ESCUCHA
Hay un sueño que sueña la vida
un día no más;
que ni anuncia placer,
ni delira ni vuelve jamás.
Hay un santo silencio que escucha
el alma una vez.
El silencio que duda y pregunta
su amor, ¿de quién es?
Hay un ansia de muerte que llega
al pecho un instante,
que una noche de luna muy llena
sentí yo anhelante,
cuando tú, sobre mi hombro dejaste
la mano caer,
y sabiendo yo el triunfo de tu arte
fingiendo un querer,
sonriente e inmóvil quedóme
con un frío extraño...
que me hizo llamar a la muerte
besando tu engaño.
Adelina Gurrea