QUÉ SÉ YO
Siento en el alma marchita
un ansia grande, infinita,
de llorar.
Siento agonizar la vida
por la torturante herida
del amar.
El mundo grande es mezquino
para abarcar mi camino
en su extensión:
y su aire puro es viciado
para el respirar soñado
por mi ardiente corazón.
Siento un ahogo en el alma
y la huida de una calma
que se aleja.
Siento una tristeza fría...
siento declinar el día
de una ilusión que ya es vieja.
Una mano (no sé cual)
ignorada y criminal
me mató.
Ya estoy muerta y aún me muero.
No me preguntes qué quiero;
¡qué sé yo!
Adelina Gurrea