YO LLEVABA CANTADO
Yo llevaba cantando en el corazón
una poesía fresca de sinrazón,
la divina ceguera del «yo qué sé»,
la impetuosa corriente del «y a mí qué»
y la saeta de oro del pensamiento
apuntando a una estrella en el firmamento.
Hoy no canto, calculo con la razón
una prosa de seca desilusión
la mirada ya capta cada «porqué»
el andar de mi rio medita y ve,
y el dardo enmohecido del desaliento
traza bajo la tierra un presentimiento.
Adelina Gurrea