INFINITAMENTE
Yo te he amado en las sombras
y en los haces de luz,
sobre hielos del Norte,
bajo soles del Sur.
—Primavera, verdores,
aridez sequedad—.
En la gran plenitud,
bajo la extenuación,
el latir de mi ser
todo fue corazón.
Y por ti la dulzura
y el amargo sabor;
—éxtasis, languidez—
el placer de luchar
de caer, de morir
y de resucitar.
De ser muchas en una;
de ser una en el todo;
por ti fue la ambición
y por ti renunciar.
Yo cantaba en mis versos
y dejé de cantar
para hacer poesía
con la prosa del pan.
Yo te amaba en las sombras
y en el amanecer.
Infinitos de Vida...
¡Así fue mi querer!
Adelina Gurrea