SONETO
No con altos ejemplos se modela
la perfección del alma, ni el tesoro
de un buen libro nos dona el del decoro
que a las bajas acciones se rebela.
La enseñanza no es feudo de la escuela,
que es la necesidad lección de oro,
y por impulso nato rompe en lloro
el niño, nada el pez y el ave vuela.
Nace la previsión, de lo imprevisto,
pero no la virtud con ir al templo,
ni término el saber da a nuestras dudas;
y, si de algo valiera el buen ejemplo,
¿se explica que el discípulo de un Cristo
Maestro de maestros, fuera un Judas?
José Ángel Buesa