YO APRENDÍ
Yo aprendí a destapar sarcófagos y arcones
y a curiosear el polvo de los libros extraños,
y sonreí de pena cantando mis canciones
para las señoritas de 35 años.
Ah, no, no me digáis que es agria esta alegría
que se solaza un poco con el dolor ajeno,
ni me digáis que es triste la botella vacía
si tenéis en la mano el vaso lleno.
José Ángel Buesa