SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR
Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?
La piedra desnuda de tristeza agobia,
¡Dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta bobo de ilusiones?
¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?
Si no aman las plantas no amarán el ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...
¡Setenta balcones y ninguna flor!
Baldomero Fernández Moreno
Muchas gracias a Ximena que nos corrigió el segundo cuarteto.
El penúltimo verso parece que debería ser "Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...", pero todas las ediciones consultadas sed decantan por el verso como aparece. Muchas gracias a Jorge Torres y Juan del Sur que nos sugirieron esta corrección.